
Conversación con Roque Dalton en la plaza morfeo
Cuando me preguntaba qué personas que hayan muerto me hubiera gustado conocer, siempre aparecía el ubicuo Roque y sus geniales ocurrencias
Cuando me preguntaba qué personas que hayan muerto me hubiera gustado conocer, siempre aparecía el ubicuo Roque y sus geniales ocurrencias
El 3 de septiembre, Swenson se reunió en San Salvador con el presidente de El Salvador, el coronel Julio Rivera, y le presentó el plan de la CIA para captar a los guerrilleros y espías entrenados por Cuba en su país. Rivera se mostró encantado y le dijo a su jefe de inteligencia, José Alberto “Chele” Medrano, que hiciera todo lo que la CIA quisiera
«Pobrecito poeta que era yo»; esa novela en la que Dalton relata los interrogatorios a los que fue sometido once años atrás por Harold F. Swenson, el agente de la CIA que le propuso que se pasara a la inteligencia estadounidense. Dalton, que en ese entonces militaba en el Partido Comunista, se rehusó.
La interrogante actual consiste en trasponer esa premisa religiosa a Roque Dalton, en su visión del líder nonualca Anastasio Aquino (1792-1833). Lo visualizo absorto hojeando el «Nuevo Testamento» hasta encontrar los axiomas éticos que le dictan el concepto de lucha de clases.
La colección, que data de 1965, destaca fotografías inéditas, colección de estampillas y tarjetas postales que pertenecieron a este inolvidable poeta y a su familia
Roque Dalton y Mario Benedetti sostuvieron una larga amistad y son en la actualidad pilares fundamentales de la literatura universal
Silvio Rodríguez habla de su amistad con Roque Dalton y de la relación de éste con la Nueva Trova e intelectuales cubanos
He seguido asistiendo a las marchas en Colombia con versos de Roque.
Roque Dalton García, Armando López Muñoz y Tomás Guerra, bajo la dirección de intelectual Álvaro Menéndez Leal fueron pioneros del periodismo televisivo en El Salvador
Fiódor Dostoyevski en “Crimen y castigo” tematiza la relación dialéctica entre el “fin y los medios” y plantea las preguntas de carácter filosófico y moral: ¿Hay crimen sin castigo?