Por Carlos Cañas Dinarte
En Teleperiódico, situado en el centro de San Salvador, laboraban redactores, periodistas y poetas nacionales, entre ellos Roque Dalton García, Armando López Muñoz y Tomás Guerra, bajo la dirección de intelectual Álvaro Menéndez Leal
Boris Eserski y sus socios Guillermo Pinto y Antonio “Tono” Alfaro iniciaron la versión nacional de la industria televisiva el viernes 7 de septiembre de 1956, cuando se puso en operaciones Canal 6 YSEB-TV, tras una inversión inicial de 700 mil colones, con la que adquirieron en Estados Unidos un transmisor usado, marca Dumont, de 500 watts. La antena se la regaló al señor Eserski Goar Mestre, amigo y dueño de la emisora CMQ de La Habana, Cuba. (Ese primer canal televisivo nacional no debemos confundirlo con el canal 6 existente en la actualidad, cuya señal se emitió por primera vez el viernes 6 de abril de 1973.)
Debido a que en El Salvador no había nadie especializado en instalaciones industriales de ese tipo, fue necesario contar con los servicios del ingeniero mexicano José Martínez Jáuregui, de XEW-TV canal 2 (en funciones desde el 21 de marzo de 1951, ahora es El Canal de las Estrellas, el canal de televisión de mayor audiencia en el territorio mexicano y principal canal del Grupo Televisa en señal abierta y cable), quien obtuvo apoyo en el radiotécnico salvadoreño Rafael Orantes, ya que poseía estudios técnicos en ese ramo, que había cursado en los Estados Unidos de América.
Ya en operaciones, ese primer canal salvadoreño comenzó a transmitir una programación basada en películas mexicanas, estadounidenses y algunas producciones locales con artistas nacionales, entre declamadores, bailarines y cantantes. Los primeros comerciales televisados fueron para la Lotería Nacional de Beneficencia, Tic Tac, Pilsener y calzado ADOC. Su franja de transmisión era de seis horas: de las 4 de la tarde a las 10 de la noche.
Como productor independiente, el escritor santaneco Álvaro Menéndez Leal (1931-2000) le propuso a Boris Eserski y a sus socios la creación del primer noticiario de la televisión salvadoreña. Bautizado como Teleperiódico, salió al aire con transmisiones en vivo al mediodía y en horario nocturno. Los espacios comerciales eran tramitados a través de Publicidad Díaz.
Las oficinas de Teleperiódico estaban situadas en el número 702 (local 2 del séptimo nivel) del Edificio Central, en la esquina de la 4ª. avenida sur y la 8ª. calle oriente, un edificio ahora en estado ruinoso. En ese espacio laboraban como redactores y periodistas otros poetas nacionales, entre ellos Roque Dalton García, Armando López Muñoz, Tomás Guerra, etc. Dalton publicaba la sección Columna vertebral, que calzaba con el seudónimo “Rayos X”.
Gracias al trabajo de gestión comercial desarrollado por el jefe de redacción Lic. Víctor Manuel Alemán Ramírez (San Salvador, 21.dic.1917-¿?), ese primer noticiario televisivo de El Salvador llegó a facturar publicidad por más de 75,000 colones mensuales, una cifra astronómica para esa época, que le permitió a Menéndez Leal agenciarse un salario semanal de mil dólares o 2,500 colones de entonces.
Eso pronto volvió manirroto al escritor santaneco, quien dilapidó sus ingresos en la compra de varias docenas de finas camisas y dos automóviles deportivos (un GM rojo y un Corvette amarillo), así como en invitaciones femeninas y masculinas al lujoso bar nocturno “La llave”, situado en las cercanías del Círculo Deportivo Internacional y que derivaba su nombre del “derecho de llave” que su propietario, Max “Chalo” Olano, le confería a los socios masculinos del lugar. El nombre de ese club también sirvió de título a uno de los cuentos de Menéndez Leal. Aquel lugar de caras diversiones cerró sus puertas a raíz del sonado caso de homicidio perpetrado por Manuel Patricio Brannon Cevallos (hijo del Dr. Maximiliano Patricio Brannon Vega y Emma Cevallos, nació el miércoles 22 de febrero de 1939 y era uno de los sobrinos de Claudia Lars) contra el ingeniero Rafael Rivera (cuñado del abogado y escritor Dr. Alfredo Martínez Moreno).
Durante sus meses iniciales y con el patrocinio de la ferretería Freund, Teleperiódico contó con un Suplemento cultural o sección dominical de promoción para las artes y las letras, al igual que con un periódico anexo, también denominado Teleperiódico, el cual era impreso en la ciudad de México mediante rotograbado o huecograbado, un sistema de impresión mediante el cual las imágenes son transferidas al papel a partir de una superficie cuyas depresiones contienen tinta, por lo que se considera que es una técnica impresora en bajorrelieve.
El primer número de ese Teleperiódico impreso circuló en las calles y avenidas de San Salvador el 7 de septiembre de 1956, gracias a que los ejemplares eran traídos a San Salvador por los aviones de TACA, a cambio de publicidad. El calce de las hojas membretadas para uso postal de esa empresa rezaba: “Teleperiódico. El primer periódico rotograbado de Centro América”.
Vanidoso con su apariencia personal, debido a las huellas que dejaba en su rostro la carga excesiva de trabajo administrativo y editorial y las continuas juergas nocturnas, desde julio de 1957 Menéndez Leal se rehusó a aparecer más frente a las cámaras de sus espacios televisivos, por lo que la lectura en vivo de noticias y editoriales les fue confiada a otras personas.
Poco tiempo después, Menéndez Leal también creó Tele-Reloj, un espacio noticioso que fue transmitido por YSEB canal 6 y YSDR canal 8 –primer canal de cobertura nacional, en realidad era una retransmisora del canal 6-, en horarios del mediodía (12:45-13:00 horas), mientras que Teleperiódico continuó con sus emisiones nocturnas (20:00-20:15 horas). El lunes 22 de diciembre de 1958 fue establecido el YSU canal 4 de televisión (cuyo espacio noticioso fue ocupado por Tele-Prensa de El Salvador, de Guillermo Deleón), que dio paso al establecimiento de la empresa consolidada Telecentro, formada por la unión de los canales 4, 6 y 8. Ese fue el antecedente empresarial, editorial y comercial de la actual Telecorporación Salvadoreña, TCS.
Los noticiarios televisivos por él creados estuvieron bajo su dirección hasta fines de 1958, cuando pasaron a manos de Abel Salazar Rodezno y José Jorge Laínez, debido a las críticas formuladas por Menéndez Leal contra el mandatario de turno, el teniente coronel José María Lemus. Vigilado por los servicios policiales y de espionaje de ese régimen tambaleante, le vendió a su propia suegra un espacio televisivo para artistas nacionales en canal 6, el cual pronto quebró.
En una noche de septiembre de 1959, mientras estaban en plena emisión de Teleperiódico, las autoridades policiales rodearon el Edificio Central. Menéndez Leal y sus compañeros fueron avisados de la maniobra desplegada para capturarlos al terminar sus labores. Por eso, el escritor se puso frente a las cámaras y denunció en vivo aquella pretendida acción y llamó a la población a defender las libertades de expresión y de prensa. Cientos de personas se hicieron presentes al lugar e impidieron el procedimiento iniciado por los investigadores, detectives y agentes de paisano y uniforme. Cada uno de los escritores se marchó por su lado. Menéndez Leal pidió refugio y asilo político en la embajada de Paraguay.
El 26 de septiembre se marchó al exilio en Costa Rica, gracias a un salvoconducto que le fue extendido en aquella sede diplomática suramericana. Gracias al dinero de la transacción comercial hecha con su suegra, pudo radicarse en el segundo piso del número 3 del edificio Herdocia, en la capital costarricense.
Allá se dedicó a trabajar en diversos medios de comunicación y publicidad de Costa Rica hasta poco después del “madrugón de los compadres” que, en octubre de 1960, puso fin abrupto al régimen de Lemus y al segundo sexenio presidencial en la historia del país. De esa manera, también concluyó el periodo de vigencia del Partido Revolucionario de Unificación Democrática (PRUD, 1948-1960), el partido más votado, el de las multitudes, el de las esperanzas del pueblo, el de las libertades y el de los hombres y mujeres del cambi
Nota del Editor: Este reportaje apareció originalmente en: https://www.contrapunto.com.sv/cultura/archivoRD/7-sept-1963-hace-63-anos-comenzo-la-television-en-el-salvador/10847
SEGÚN LO QUE NOS RELATÓ MI PADRE:
El co-fundador, co-director y co-dueño de este primer noticiero – Teleperiódico», del Canal 6 – fue mi padre, el periodista Lic. Víctor Manuel Alemán, junto a su socio y colega, Álvaro Menéndez Leal, quien además de hacer varios trabajos, presentaba las noticias en vivo.
El poeta Roque Dalton, trabajaba como reportero.
Los demás periodistas trabajaban como colaboradores independientes.
Recuerdo que cuando se tuvo que cerrar el noticiero por cuestiones políticas en contra del presidente José Maria Lemus, Álvaro Menéndez Leal, por algún tiempo estuvo refugiado en nuestra casa, en la Colonia Escalón, antes de su asilo en la embajada del Paraguay y su exilio a Costa Rica.
Recuerdo que comía muchas uvas y que pasaba mucho tiempo acostado en un sillón en la sala, escuchando música, leyendo y cuando había programación viendo televisión.
El MG MGA Roadster 1956 rojo convertible, le quedó a mi padre, el cual manejó por varios años. Yo también, lo manejaba sin licencia los domingos en la madrugada, con el pretexto de que iba ir a la misa de las 5:30 de la mañana, en la iglesia de San José de la Montaña.
Estimado Víctor: Podría ampliar su relato, tal vez tiene fotos u otras cosas que pudiera. Se puede comunicar a nuestro correo: info@rdarchivo.net
Mil gracias, atte, jjdalton
Es para un Guión de Pelicula,yo le Pondría de TItulo el Salvador TV,a BLanco y NEgro.