Roque Dalton (1935-1975), el más destacado de los intelectuales salvadoreños; su asesinato lleva 44 años de impunidad, pero la justicia se acerca por la lucha de su familia, la sociedad y la solidaridad internacional
Mayo se ha convertido en El Salvador y en el mundo en el mes daltoniano, cuando se le rinden homenajes al intelectual y revolucionario Roque Dalton, quien nació el 14 de este mes de la primavera y fue asesinado en 10 del mismo mes, 39 años después, apenas le faltaban 4 días para cumplir 40 años de vida.
En este mayo de 2019 se celebrarán los 84 años del nacimiento del mayor de los poetas salvadoreños y los 44 años de su deplorable asesinato. El tiempo pasa y la figura de Dalton lejos de caer en el olvido, cada vez más se agiganta como pilar de la cultura nacional y como ejemplo de intelectual luchador por las causas de la justicia y la libertad de su pueblo.
Estos 44 años desde el día que un pequeño grupo de criminales decidieron segar la vida de Roque, también han sido 44 años de impunidad; años en que la familia ha estado pidiendo justicia sin que hasta el momento se haya logrado, no obstante, los procesos avanzan de manera institucional.
La Sala de lo Constitucional debe dar un fallo al amparo que presentó la familia en diciembre de 2018. El amparo fue admitido por la Sala, misma que en estos momentos está recabando información para emitir un fallo por medio del cual podría ordenar abrir el proceso en la búsqueda de la verdad, justicia y reparación para el poeta y su familia.
Diez años ha estado el gobierno del FMLN en la Presidencia y en vez de impulsar alguna iniciativa de justicia para Roque Dalton, lo que hizo fue proteger a los asesinos sobrevivientes: Joaquín Villalobos y Jorge Meléndez (Jonás). Desde todo punto de vista ha sido una condenable posición, denunciada no sólo por sectores sociales nacionales, sino a nivel internacional.
Terminamos este editorial con las estremecedoras palabras vivas de Eduardo Galeano, amigo y compañero de lucha de Roque Dalton.
10 de Mayo
El poeta Roque Dalton era jodón y respondón. Nunca
aprendió a callar ni a obedecer, y ejercía un desafiante
sentido del humor y del amor.
En la noche de hoy del año 1975, sus compañeros
de la guerrilla de El Salvador lo mataron de un balazo
mientras dormía.
Criminales: los militantes que matan para castigar la
discrepancia son tan criminales como los militares que
matan para perpetuar la injusticia.
Tomado del Libro: Los hijos de los días